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Exciclista profesional y comentarista deportivo

Nace en 1982 en Madrid y desde pequeño reside en Pinto. Practicó fútbol y atletismo, deportes que se le daban bien, aunque fue el ciclismo al que eligió para hacerse profesional. Ha tenido claro lo que quería y no ha regateado esfuerzos por conseguirlo. Sus vivencias familiares le han enseñado y mucho de las dificultades y problemas de la vida. Para él, el valor de las personas está por encima de todo.

Desde que comenzó a competir, con 15 años, demostró unas grandes cualidades cuando la carretera se inclinaba hacia arriba. Se especializó en los premios de montaña y en 2003 debutó como profesional con el equipo ONCE-Eroski, con el que obtuvo su primera victoria como profesional en la contra reloj individual de la Vuelta a Polonia.

Con 24 años ya sabía muy bien lo que era ganar, pero también supo lo dura e injusta que podía llegar a ser la vida. En 2004, mientras disputaba la primera etapa de la Vuelta a Asturias, sufrió una dura caída y se le diagnosticó un cavernoma cerebral del que tuvo que ser operado, con riesgo de su vida.

Como él mismo le dijo a su madre a las tres horas de su grave intervención quirúrgica, “querer es poder” y Alberto volvió a subirse a una bici en 2005. Desde entonces la carrera de Contador ha seguido en rápida progresión, acelerándose con su llegada al Discovery Channel en 2007, con el que conquistó su primera París-Niza y, pocos meses después, su primer Tour de Francia.

Con el “Astana” logró un espectacular doblete, gracias a la victoria en el Giro de Italia y en la Vuelta a España de 2008. Con tan solo 25 años Alberto entra en la leyenda del ciclismo al convertirse en el quinto corredor de la historia en ganar las tres grandes vueltas por etapas del calendario mundial, la “Triple Corona”. Alberto también se convirtió en el tercer corredor de la historia en ganar en el mismo año el Giro y la Vuelta.

En la temporada 2009 se produce el regreso de Lance Armstrong lo que se convertirá en un conflicto de intereses entre el americano y Alberto en el seno del Astana. El duelo en el “Tour” de ese año se decantará del lado de Alberto Contador, que protagoniza un Tour de Francia inolvidable a pesar de no disponer de gran apoyo ni buen ambiente dentro del equipo. Al final de la temporada Alberto es el único gran líder que permanece en el Astana, mientras la dirección técnica y el resto de corredores emigran a una nueva formación.

En 2010 Alberto regresa al Tour de Francia, donde de nuevo protagoniza una batalla épica contra el pequeño de los hermanos Schleck, al que terminará de derrotar. Aquel año fue el último en el equipo Astana y el de su fichaje por el Saxo Bank-Sungard.

Alberto Contador sufrió un durísimo revés, al conocer en agosto que un control antidopaje durante el Tour de Francia había detectado clembuterol en su orina. Lo que desde el principio apareció como una evidente contaminación alimentaria, debido al consumo de carne contaminada con esta sustancia, que se emplea para engordar el ganado, derivó en los meses posteriores en un proceso contra el corredor.

La temporada 2011 estuvo marcada por este proceso y, sobre todo, por la apelación al TAS de la AMA y la UCI y los sucesivos aplazamientos del caso, lo que impidió a Alberto Contador planificar con tranquilidad su programa de competición. A pesar estos obstáculos, Alberto demostró en 2011 una enorme consistencia como deportista y como persona, al sobreponerse a todas las dificultades y firmar una brillantísima victoria en el Giro de Italia más duro de los últimos años y, a continuación, un quinto puesto en el Tour de Francia, donde fue víctima, sobre todo, de las caídas y lesiones que se produjo durante la primera parte de la carrera. Esa falta de suerte le impidió conseguir el que hubiera sido el segundo doblete de su carrera.

El 9 de septiembre de 2017, se recordará como un día en el que un grande del ciclismo disparó por última vez. La última victoria de Alberto Contador fue en uno de sus puertos favoritos, en L'Angliru.

 En la última etapa de “La Vuelta a España” de ese año, Alberto perdió el cuarto puesto, pero si no se había ganado a todos los españoles con su trabajo encima de la bicicleta durante tantos años, ese día se los ganó. Llegó a meta, cogió la bandera española y se dio una ronda de honor en la Gran Vía recibiendo el apoyo y ánimo de la gente. Por su esfuerzo, recibió el premio de la combatividad de su última gran ronda.